‘Chapinero’de Andrés Ospina


Esta novela, publicada por primera vez en 2015, nos invita a un recorrido geográfico, histórico y social, por uno de los barrios más tradicionales de Bogotá. Es quizá, también, una novela sobre la nostalgia, nos habla de esa búsqueda en la que los diversos personajes que la constituyen se encuentran, una búsqueda de tiempos mejores, de la familia, de una ciudad pasada o prometida.
‘Chapinero’ deja en evidencia lo que en más de una ocasión se podría pensar de este barrio: es una ciudad, dentro de la gran ciudad. Un territorio que fue colonizado, que se ha transformado de manera dispar en el tiempo, que se ha sobrepoblado y diversificado, para bien y para mal.
Paradas


Parada 1: página 15
“Su negativa a adquirirlo y el deslucido concepto sobre mi bien en oferta no me ofendieron tanto como el monto con que su ojo profesional había devaluado un siglo de historia materializada en cronógrafo. Se me dibujó la lamentable imagen de éste expuesto en la Caracas, entre mariachis, mancebías, venta de lámparas y resistencias eléctricas, perdido en un escaparate atiborrado por guitarras, sortijas, trípodes, trompetas, minicomponentes, amplificadores, bajos, instrumentales odontologicos, saxofones, licuadoras, acordeones, tabletas, cámaras de tres megapíxeles, computadores, videobeams y planchas.”
“Este párrafo me quedó en la mente, porque hoy día, al pasar por la avenida Caracas, se ve esa situación en la zona de Chapinero; las prenderías, los mariachis esperando que alguien los contrate, muchas personas caminando, a toda hora, unos para comprar otros para vender, se siente un ambiente agitado generando diferentes emociones al observar las personas que transitan por este sitio.
El autor con la descripción de los elementos que puede encontrarse en estos comercios, representa la sociedad con cada elemento que menciona, representa una parte de ella, y en el conjunto una necesidad común, las personas, que se desprenden de sus bienes que fueron adquiridos con mucha esperanza, sacrificio y que para cada uno son valiosos; así por ejemplo la guitarra, la trompeta, amplificadores, bajos, saxofones, acordeón, transporta a pensar en artistas que dejaron su instrumento, tal vez muy apreciado y obligados por la necesidad, al igual que cada pieza que el escritor plasma en este párrafo.
Esta parte describe y una de las características de Chapinero que sigue teniendo mucho ruido, mucha gente, mucha vida.”

Parada 2: página 42 - página 30
"Del Tintal a Chapinero .
De Chapinero al Tintal .
Pasa la vida Forero,
sin conseguir medio real".
"Otra vez en peligro los cerros. En particular hablamos de dos proyectos de construcción planteados para la parte alta de la avenida circunvalar, arriba del colegio Nueva Granada, en una zona que hasta hoy es reserva forestal. Entonces… de nuevo ladrillos, cuando uno esperaría que nuestros recursos permanezcan impolutos , y que el verde de la ciudad, que ya es bien poco ,no lo terminen de feriar".
“El primer fragmento lo seleccioné porque considero que Chapinero es un lugar muy musical y variado, que contrasta con una infinidad de gustos, sabores y olores donde los jóvenes universitarios necesariamente deben transitar.
El segundo fragmento lo seleccioné ya que comparto la apreciación que realiza el autor con respecto a la transformación de la ciudad y como esta ha impactado con profundidad a ciertos barrios capitalinos sin importar que la naturaleza siempre estuvo primero”.

Parada 3: página 59
“En ocasiones y por accidente los diviso desde el andén, como en vitrina, jadeando dentro de un articulado que, vestido de rojo o azul, embiste a quienes transitamos la Caracas. Saturando bares, cantinas, grilles, lupanares, fondas y antros afines con su vallenato, emanado por algún Peavey. Excusando impuntualidades, mientras avanzan tarde hacia su trabajo. “Texteando” irrelevancias. Devorando almuerzos ejecutivos hipergrasos y farináceos, comidas en Tupperware o en fila frente a Crepes y Waffles de la 73, como menesterosos de la crisis de los treinta; la de la bolsa y también la de los que no tienen veinte, solo que al medio día y pagando”
“Uno de los aspectos que más destaco de esta novela son sus descripciones, por su nivel de detalle y por la forma en que están introducidas a lo largo de la trama. Este fragmento, particularmente, refleja una situación cotidiana, algo que todos los que vivimos en Bogotá hemos visto o, incluso, vivido“.

Parada 4: página 116
"Así los ojos se me fueron habituando al tormento. Tras la ruina de automotivación frente al gabinete del baño, me atreví con dificultad a asearme. Cuesta adaptarse a la ducha eléctrica cuando en mejores días se han conocido los calentadores a gas. Me hice un espresso instantáneo, que me enmascarara la modorra, me abrigué bastante como para que no se evidenciara lo derrotado y me dirigí hasta el lugar, decidido a disimular mi inseguridad, en obediencia al principio que de ella aprendí. Aunque nacional, me gusta pensarlo como local y suyo... "que se note todo, menos la pobreza"”
“Me gustó porque refleja lo que representa el día a día de una persona regular en una ciudad como Bogotá, donde el ajetreo y la rapidez con que se requiere cumplir los compromisos en ocasiones nos enajena de nosotros mismos. Y al final, eso de vivir aparentando, porque no es posible que a una persona que vive en un "buen edificio" dentro de un "barrio tradicional" le pueda sobrevenir la ruina. Me rememora esos dichos de pueblo, en medio del caos y de la apatía que representa vivir en la metropolis, en el fondo están las raíces de lo popular y la herencia de lo que antes fue un caserío.”

Parada 5: página 171
"Y me asusté. Y supuse que quizás el presente precedía una tragedia". Página 171
“Me parece ubicuo. En cualquier momento y lugar, en cualquier contexto.”
Conversación

Primer conversatorio para crear la ruta literaria de Bogotá. Estaremos con Andrés Ospina y los lectores de su novela ‘Chapinero‘.
Otras rutas


‘Disturbio’ de Miguel Ángel Manrique
Esta obra ganó el premio Nacional de Novela en 2008 y nos invita a recorrer la ciudad desde la mirada de un grupo de estudiantes de literatura de la Universidad Nacional, a adentrarnos en la “Ciudad blanca” y a conocer las dinámicas de este emblemático lugar.

‘Magnolias para una infiel’ de Alejandra Jaramillo
Publicada en 2017, esta novela nos cuenta la historia de una infiel, quien reflexiona sobre su feminidad, la maternidad y la infidelidad, mientras conversa con un escritor, en un vuelo que la lleva desde Bogotá hasta Roma.

‘Autogol’ de Ricardo Silva Romero
Aunque esta novela nos sitúa en el Mundial de 1994, fácilmente el lector puede encontrar puntos comunes con la actualidad nacional. ‘Autogol’ nos presenta una situación ficcional, en un entorno tremendamente real, con personajes que más de una generación conoce, reconoce.

