#LaPostal es una propuesta creativa en la que la periodista Isabel Salas escribe relatos posibles a partir de fotos tomadas en diferentes lugares del mundo por el fotógrafo colombiano Michael Vanegas.
Hay domingos como este. Un día elefante, lento, pesado y que trae en cada pliegue el recuerdo fiel de días pasados, mejores.
Suelo quedarme en casa, porque la nostalgia me pesa en la espalda y en el pecho por igual. A veces salgo, sobre todo en verano y me siento aquí, frente al mar.
Hago que escribo, porque realmente ya no escribo algo que valga la pena. Solo notas como estas que después se van al basurero virtual de mi viejo computador portátil.
Él era mi editor. Mi editor desde que nos conocimos en la universidad, cinco años de amistad, fiestas, libros, vinos, veranos entrañables.
No sé en qué momento me enamoré, como tampoco supe identificar que su amor no era más que fraterno. Nada más.
“Santi, yo te quiero como un hermano, te admiro como a nadie. No me hagas esto.”
Me dijo con los ojos hechos lava volcánica.
“Pero, yo te amo”, le dije tartamudeando, creyendo que todo el tiempo, los sueños y la complicidad que habíamos compartido se podría traducir en un beso, una caricia, un amor.
Era un domingo, un domingo en esta playa.
“Lo acabas de arruinar todo, hijo de puta”, se dio la vuelta, me dejó ahí y no lo volví a ver.
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