Un Palimpsesto es un manuscrito antiguo que conserva huellas de una escritura anterior borrada artificialmente. En Cali, en la década de los setenta, la ciudad era una revolución. No solo por el ambiente político y porque se cocinaban los juegos panamericanos que modernizarían la infraestructura de la ciudad, sino también porque Estanislao Zuleta, uno de los intelectuales más destacados del país, llegaba a vivir a la capital del Valle del Cauca.
Zuleta, proveniente de Medellín, aceptaba el ofrecimiento de la Universidad Santiago de Cali para ser el vicerrector y, desde esa posición, empezar a revolucionar el mundo intelectual caleño y dejar una huella imborrable en los pasillos de las universidades de la ciudad. La marca de Zuleta se ha escrito con tinta indeleble y aún hoy los profesores, quienes tuvieron el privilegio de estar en sus conferencias en los años setentas, ochentas y noventas, citan sus teorías y hablan de las innumerables anécdotas del profesor que les cambió la manera de pensar y les abrió el camino a otros importantes intelectuales colombianos como William Ospina.
Esa marca imborrable es la que sigue Freya Quintana Cardona en el ensayo William Ospina -Cali- Estanislao Zuleta- Palimpsestos, es un viaje tratando de redescubrir el espíritu de una época, en donde el cambio era una virtud permanente, en una ciudad atravesada por la violencia del narcotráfico y la lucha de los intelectuales por ganarse una posición política. Una ciudad en donde además de bailar salsa, un puñado de jóvenes se reunían los domingos en la Universidad del Valle a hablar sobre Freud, Kant, Dostoievski, a pensar en cómo sería la forma de transformar la ciudad, el país y el mundo, encabezados por el maestro Zuleta.
Uno de esos jóvenes fue William Ospina, uno de los estudiantes más aventajados de Zuleta, que solía mirarlo con la boca abierta mientras el maestro hablaba, y no se perdía de los chistes que su profesor decía, de repente, en medio de alguna reflexión: “El joven Ospina empieza destacarse entre los otros jóvenes contertulios de Zuleta pues le prestaba atención silenciosa, le consultaba con frecuencia qué libros leer y le pasaba sus primeros escritos de poesía, ensayo y crónicas”, cuenta Quintana, además que cuando en las inmediaciones de la borrachera colectiva, Zuleta hacía algún elogio, que en él eran escasos, todos irrumpían a reír o a burlarse. Ospina inmediatamente los callaba diciendo “ ¡Esperen, esto es importante para mí!”.
En la segunda parte del libro, Freya Quintana se adentra en el pensamiento que Ospina expone en su obra ensayística, hace un análisis juicioso enmarcado en la época en que fueron escritos los textos y en la tercera, trata de explorar las marcas del pensamiento zuletiano, taranteando de descubrir, como diría Gennet, lo que el maestro no escribió. Esta investigación, acuciosa, por demás, es una manera de releer el pensamiento de dos de los intelectuales más importantes que ha tenido el país. Nos permite, también, conocer algunos aspectos de la relación personal que tuvieron estos dos personajes y cómo es la influencia de Zuleta, en la formación del escritor William Ospina.
William Ospina-Cali- Estanislao Zuleta Palimpsestos, es un recorrido por la biografía intelectual de una ciudad que aún no termina por definirse, de un lugar que se reconstruye permanentemente y que no deja de vivir en una eterna revolución, a través de dos personajes foráneos (Zuleta de Medellín y Ospina de Padua, Tolima), que eligieron a Cali como el lugar perfecto para construir su pensamiento, este ensayo, nos invita, finalmente, a viajar por la eternidad y los días de estos dos pensadores.
Sobre la autora
Freya Liv Quintana Cardona nació en Cali en 1981, es Licenciada en Literatura de la Universidad del Valle. Sus textos periodísticos y su obra poética han aparecido en diferentes antologías en Colombia, México, Argentina. Ha vivido en Estados Unidos, Argentina y Colombia. Actualmente vive en Suiza, este es su primer libro.
William Ospina-Cali- Estanislao Zuleta Palimpsestos
Ediciones El Silencio 2017
173 págs