‘Don Gato Pánico’ por Pablo Acebedo

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La vida elige a las personas que son ella, y deja al resto ser uno con ella, personajes místicos que tienen una marca de decencia y poderío, una elegancia noble, de otro tiempo, es una clase de aura que marca grandeza, hay de todos los aromas, unos huelen a esponjosidad, otros a naturaleza, y otros […]
Comunicadora social de la Universidad del Valle, especialista en comunicación estratégica de la Universidad Sergio Arboleda y magíster en Gestión Pública de la Universidad de los Andes.
Don Gao Pánico

La vida elige a las personas que son ella, y deja al resto ser uno con ella, personajes místicos que tienen una marca de decencia y poderío, una elegancia noble, de otro tiempo, es una clase de aura que marca grandeza, hay de todos los aromas, unos huelen a esponjosidad, otros a naturaleza, y otros a misticismo.

Este ser en particular nació con las dos, es vida y a la vez es uno con ella misma, este es un caso del clan de los media sangre, que al ser nadie pueden ser todos, este es el regalo de estar vivo y no tener vida.

El huele al pánico de la planta que da energía a los indígenas y es la gasolina de los dementes adictos a la velocidad del no sentir, también huele a felino, ese de la calma estática ese gato que siempre es sereno, y neutral que solo acciona si lo presionan de más, ese gato particular que es dulce entre la dureza de ser.

Nacido con las condiciones de la guerra en su espalada y con la fuerza del silencio en sus pasos. Reacio porque sabe que el hambre es cierta, la muerte persigue, el amor se evapora, la familia perece y el tiempo transcurre, pero aun así a pesar de su deslinde de todo,  de su conciencia plena, se permitía conocencias .

El bajaba la guardia y toleraba a los atrofiados, jamás se colgaba a tentarles para sacarles más de la cuenta, les invitaba a comer antes de venderles una bolsa, los observaba nunca hablaba, solo tomaba cuando sabía que no merecían, ese es el gato pánico.

Su negocio verdadero era la perforación y el arte corporal, y su meta una familia realizada, el crecía incluso teniendo a cuesta todas  esas almas pegadas.

Si veía que estaban muy idas no les daba de nuevo, ni las determinaba.

Si veía que estaban perdidas, pero no idas, los corregía, mas los acercaba, les hablaba los aconsejaba, los trataba como niños sin que se sintieran menos.

Era un don en todo el sentido, su porte de honesta entereza en un mundo de vaho y vacío, daban gran alegría a su ambiente rescatando  con ello vagabundos reacios a ser productivos siendo ahora seres contentos con tener un laburo.

Fue creciendo suave, nunca se quebró a ser como el resto, ya estaba cerca su meta, el ya no sería pánico activaría su gato, obviamente nunca dejando lo otro, cargaba con certeza de que los suyos no dejarían el vicio, y el jamás permitiría que cayeran en quienes solo buscan la ganancia y  no les importa el daño

Pero la vida gira, lo borraron del tiempo, lo mandaron a la jaula al lugar de la prueba donde la mayoría se quiebra, donde la ignorancia e indiferencia se sirven casi como lo que se respira.

Le cuento esta historia para que sepa de la cara oculta en la guerra contra las drogas.

Le cuento esta historia por que la ignorancia e indiferencia contra este linaje se la pasa en el olvido, enmascarando todo como fiesta y descontrol, como violencia y terrorismo.

Le cuento esta historia porque yo pasé mi prueba, me mantuve fiel a mi instinto, y ahora quiero hacer una pregona en honor al que viene a ocupar mi celda.

Hay una cara que a nadie le importa, la nuestra, la de las almas nobles, las media sangres que buscamos en los vicios una medicina para no sentir pesar de estar vivo, pero no vivir.

Pero como dije todo es vaho y descontrol, solo se aumenta la herida, y se adhieren nuevos síntomas, hasta que acaben la guerra contra la droga y empiece la droga contra el monopolio esto no cesara de empeorarse.

Cuanta gente que siente demasiado será pasada como criminal por la necesidad de instaurar un patrón moral en el comportar.

Esta generación que viene ya no es de bandas criminales, ni de guerras.

Mas que proveedores de drogas, son consejeros y apoyo.

Son personas que ven que te enloqueces y te perdonan y te hacen sentir puedes mejorar tus defectos.

Son personas que mantienen tu vicio, pero no lo escalan, a veces lo disminuyen y en algunos casos incluso lo desaparecen.

La razón de la guerra es mucho más abstracta por eso la quieren minimizar, no hay que permitir la unión.

No hay que permitir que las almas nobles surjan hay que hundirlas en el caos.

La droga es la primera herramienta de todo ser hipersensorial para encontrar su lugar, si se encuentra con un proveedor no un apoyo, la sociedad tiene a 1 menos que la cuestione, menos esfuerzo en evolucionar y poder seguir su curso natural, eso tiene ella le gusta todo como esta.

Entre mas guerra le pongan menos la gente querrá independencia y se unirán al monopolio, adoptando sus parámetros sea con el tiempo o por propia voluntad.

Manteniendo así el ciclo de ignorancia hacia la sustancia e indiferencia hacia el que la consume.

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