Imagen tomada del portal www.hechoencali.com
Un padre y su hija se encuentran más de 30 años después. Se re-conocen. Isabel Salas nos recomienda la lectura de ‘Mi padre y otros accidentes’ de Paola Guevara. Editorial Planeta.
¿Cómo re-conocer a tu padre después de más de 30 años? Con el trasegar del río Cali de fondo, con los sabores de una cocina variada en el paladar, y al mismo tiempo, con ese vacío inevitable que produce sentarse al borde de un abismo, con la expectativa que generan las seguridades que se desmoronan, con la expectativa que generan las seguridades que se construyen… Así, Paola Guevara nos invita a esta historia, tan intima y tan universal. La historia de la identidad, de las ausencias y, sobre todo, de la libertad que da el perdón.
‘Mi padre y otros accidentes’ es una novela que va rápido pero que hay que leer con calma. Con silencios y suspiros. A veces con sollozos. Es la historia de una mujer que un día encontró ese algo que faltaba en su historia, en su pasado. La cercanía del relato, la sencillez y el nivel de descripción, permiten que esta también sea la historia del lector, que la viva capítulo a capítulo como propia.
Un día, la rutina de la protagonista de esta novela se ve alterada: tiene ante ella, la posibilidad de encontrarse con su padre. Un padre ausente, hipotético, un padre que quizás nunca vio, o quizás sí. Un padre que llega a su vida como un mundo nuevo por explorar.
Él y ella, intentando encontrar rastros del uno en el otro, se proponen la meta de contarse una historia en cada encuentro, una ella y una él, cada vez, en un restaurante diferente. Así, los medios días caleños se convierten en cómplices de estos relatos, de las aventuras del padre y de los recuerdos de la hija. Cada encuentro es una puntada más de ese gran tejido del que están hechas las relaciones. Al final, ellos, como nosotros los lectores, sabemos que el parentesco va más allá del ADN, ratificamos que el amor está hecho de esas chispas que se producen al conectarnos con el otro, con sus miedos, con sus anhelos. Que el verdadero lazo familiar existe cuando podemos sostenernos en la mirada del que nos escucha, cuando podemos vernos en las pisadas del otro.
‘Mi padre y otros accidentes’ es un encuentro constante entre los dos protagonistas. Un encuentro en el que las fichas del rompecabezas vital cobran forma para develarnos el poder colosal del amor. La magia que reside en la creación, los mundos que habitan en cada ser, las redes invisibles que nos conectan.
Encontrar al padre, verse en él, significa en esta historia liberación y renacimiento. Perdón. Esta historia es una oda al equilibrio del universo, tan sabio, tan inesperado y siempre tan oportuno.
Al terminar esta novela me quedó el inmenso deseo de agradecer a la autora por su historia, esa que uno siente que está escrita desde la entraña. Desde las contradicciones. Desde esa esencia que nos hace ser… humanos, mujer, hija, pareja, madre, periodista, escritora.
El poder de la palabra cobra vida en esta novela, y no es más que catarsis, no es más que libertad.